Isabel Lorey argumenta que no se puede elegir ser precario, se trata de una condición estructural que define el trabajo contemporáneo. Esto nos lleva a que en el sector creativo cultural se trabaje por proyectos y manteniendo una relación contractual mercantil y no laboral. Este paradigma nos lleva a que para cobrar los trabajos realizados tengamos que emitir una factura. Todos los días, muchos emprendedores, o personas que simplemente quieren unos ingresos extras se acercan a Smart para legalizar su situación, y nos hacen esta pregunta a la que vamos a contestar en este post.
Sí se puede emitir una factura sin ser autónomo, pero no sin estar dado de alta en Seguridad Social (Autónomo, cooperativista o contratado por cuenta ajena) y en Hacienda. Hay diversidad de matices en estas generalidades, pero la ley solo contempla el facturar con nuestro DNI si se trata de una conferencia y estas no se convierten en nuestra fuente principal de ingresos. En diversidad de blogs se habla de «leyendas» de que se puede hacer si no llegas a «x» cantidad, pero lo que la ley habla es de habitualidad no de cantidad de ingresos, de hecho en la Ley 6/2017, de 24 de octubre, de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo en la disposición cuarta se habla de «Estudio del concepto de habitualidad a efectos de la inclusión en el Régimen Especial de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autónomos. » Se solicita que se hable de cuantía económica y no de habitualidad, pero la respuesta legislada es que se hará un estudio, pero no queda legalmente regulado. Habitualidad es un concepto vago e interpretable, para entenderlo mejor pongamos el siguiente ejemplo: La navidad se celebra una vez al año, pero es habitual.
Si vas a realizar una actividad no habitual, frente este concepto subjetivo, siempre te tendrás que dar de alta en el IAE, modelo 036, y hacer las declaraciones trimestrales y anual correspondiente. Y sobretodo, no olvides darte de baja una vez hecho el trabajo.
Debemos destacar que la factura es la consecuencia de realizar una actividad económica, el último paso, así que debemos indagar en ¿Qué es lo que requiere realizar una actividad económica?
1- Contrato: Establecer las condiciones del servicio que se va a prestar, cómo se va a prestar, qué plazos vamos a tener, dónde se va a realizar, formas de pago, dónde se va a realizar la resolución de conflictos, responsabilidades, … En este apartado podemos encontrar diversidad de normativas diferentes, algunas comunes a todos los sectores y otras con particularidades, aunque habría que analizar cada tipo de actividad vamos a nombrar alguno de estos aspectos: propiedad intelectual, LSSI, RGPD, Ley de espectáculos públicos …
¿Podemos hacer una factura sin que haya un contrato?
La norma establece una serie de requisitos emitir una factura, uno de ellos es que deberá existir un acuerdo entre el empresario o profesional. Así nos lo cuenta hacienda en su propia web, así que no tener ese contrato, o demostrar que haya ese contrato es nuestra responsabilidad.
2- Prevención de Riesgos Laborales: Este apartado vela por la seguridad del trabajador y que se haga en las condiciones necesarias para prever accidentes. Se debe conocer la ley para saber nuestros derechos y obligaciones, saber si es necesario realizar la coordinación de actividades, etc. La normativa es exigente y viene cargada de responsabilidades.
3- Seguro de Responsabildad Civil.
4- RGPD: El Reglamento de Protección de Datos, no somos conscientes de la diversidad de datos con las que tratamos y conocer su perfecto trato y protección puede evitar disgustos. Este nuevo Reglamento por normativa Europea es estricto y hacerlo bien es fundamental. Asumimos una responsabilidad que desconocemos.
5- Seguridad social: Previo al trabajo y con lo establecido en el contrato hay que darse de alta en seguridad social, pero este apartado requiere conocer la categoría profesional, la ocupación correspondiente, el régimen por el que se regula, las peculiaridades del régimen, la remuneración y cotizaciones. Así como el IRPF a aplicar.
6-Gastos de la actividad: conocer qué gastos podemos aplicar, cuáles son deducibles según la normativa, cómo deben presentarse los gastos, si las facturas que nos dan tienen correcta la aplicación de impuestos. Además, si trabajamos con proveedores somos responsables subsidiarios por los que hay que solicitarles la documentación pertinente para no encontrarnos sorpresas, así como el tiempo que deben estar archivados y cómo deben estar contabilizados.
7- Desarrollo de la actividad: básicamente hacer la actividad que nos hemos comprometido.
8- Factura: Hacer una factura también tiene una normativa y legislación, numeración, fecha, conceptos, tipos impositivos de IVA… Finalmente el pago de la factura, que entraríamos en el tema de liquidez y financiación.
9- El pago de Impuestos. Esto conlleva entender cuáles son los modelos que debemos presentar a la seguridad social, hacienda y cómo contabilizarlos.
¿Hacer una factura conlleva responsabilidades si es sólo un documento?
Hacer una factura es hacernos empresarios, es emitir un documento legal que nos arrastra con todas sus responsabilidades, por lo tanto, debemos ser pruedentes, no dar por hecho o creernos lo que nos comenta google. Estudiar nuestro caso concreto.
EL EMPRENDIMIENTO COLECTIVO: UNA SOLUCIÓN AL AUTOEMPLEO
El emprendimiento colectivo permite mutualizar los servicios contando con los expertos necesarios para poder desarrollar la actividad de una manera íntegra, desde la parte más administrativa a la creativa compartiendo la responsabilidad, siendo escuchado y teniendo una visión crítica de lo que está pasando, las experiencias se enriquecen desde los diferentes puntos de vista y se genera una seguridad y confianza que te permite crecer sin miedo, centrándote en lo que cada uno realmente sabe. Aquí destacaremos que puedes testear el proyecto minimizando el riesgo, flexibilizándolo para que los errores se conviertan en aciertos.
En Smart contamos con un equipo de asesoras que articulan todo este entramado, conoce los diferentes proyectos y su visión se ve enriquecida por la diversidad de realidades a la que se enfrentan día a día. No podemos dejar de mencionar a esta figura como tejedoras de redes en la comunidad Smart. Gracias al conocimiento que tienen de los proyectos conectan a agentes creativos y culturales para que cooperen, generando sinergias productivas en el día a día y encontramos relaciones que superficialmente parecerían imposibles de conectar y luego son la pieza del puzle que cada uno necesitaba.
Somos conscientes de lo dura que es la situación de emprender, de lo complejo que es el lenguaje administrativo, o simplemente muchas veces solo necesitamos no sentirnos solos. Eso es Smart, el tener un equipo detrás que a veces te echará la bronca por no hacer las cosas como se debería, porque buscamos la excelencia, pero también comprendemos lo duro que es a veces, y los conflictos a los que se enfrentan nuestros socios/as, porque en este ecosistema todos somos emprendedores. Buscamos la formación de una manera práctica y destacando que el testeo del proyecto mejore, evolucione y tenga éxito. Conseguir que alguien empatice contigo, o tener un equipo que lo haga es un alivio que hasta que no lo has vivido es difícil de comprender.
Este modelo permite hacer el día a día más fácil riendo y llorando juntos, compartiendo éxitos y minimizando los fracasos.