Una pandemia ha parado la economía, pero el arte y la cultura han seguido vivas, otra cuestión es la Industria Cultural. Es el momento de pensar en un presente, la reactivación de la Industria Cultural post-covid. David Throsby, Especialista en economía del arte y la cultura, y profesor emérito en el Departamento de Economía, Universidad Macquarie (Australia), en 2016 ya dijo: “Haga lo que haga la economía, el arte y la cultura seguirán funcionando”, en una entrevista para el observatorio social de La Caixa, que hemos retomado porque han pasado casi 4 años de aquello, estamos en una crisis global, y el valor de la cultura no puede minorizarse, aunque nuestro primer objetivo es la salud pública.
En este vídeo David Throsby responde a las siguientes preguntas:
¿Cómo definirías el valor cultural creado por el sector del arte y la cultura? ¿Cuáles son las diferencias entre el valor intrínseco y extrínseco de las expresiones culturales? ¿Deberían las instituciones públicas liderar la inversión en arte y cultura? ¿Qué papel debe tener el sector privado en esta inversión? ¿Qué significa el concepto “desarrollo culturalmente sostenible”? ¿Cuáles son los principios más importantes que subyacen el desarrollo culturalmente sostenible? ¿Cómo pueden contribuir las industrias culturales al desarrollo sostenible? ¿Qué tipo de estrategias y medidas pueden poner en práctica los gobiernos y otras partes interesadas para facilitar la generación de beneficios sociales producidos por el sector cultural? ¿Cuáles son los desafíos pendientes para la integración de una dimensión cultural en los marcos de desarrollo sostenible? ¿Cómo crees que contribuye la economía a una mejor comprensión del arte y la cultura?
David Throsby en esta entrevista nombra la Convención de la Unesco de 2005 sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, que España ratificó en diciembre de 2006. Un instrumento que coloca a la cultura en un eje fundamental de las políticas del estado. En esta pandemia, que está sacando a la luz los problemas camuflados del sector, no se puede parar de exigir a los poderes públicos su compromiso con el sector cultural y creativo, que usen las herramientas necesarias para cumplir sus objetivos, protegerlo y satisfacer las necesidades de los ciudadanos. Vamos a escribir explícitamente al artículo 1: Objetivos, de esa convención:
h) reiterar los derechos soberanos de los Estados a conservar, adoptar y aplicar las políticas y medidas que estimen necesarias para proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales en sus respectivos territorios.
Poner una tirita no es la forma de adoptar y aplicar las políticas. ¿Qué opciones nos quedan?
- Seguir exigiendo, poniendo sobre la mesa los instrumentos que avalan a este sector. Rocío Nogales, directora ejecutiva de Emes European y socia de Smart, en las jornadas de XVII Encuentro de emprendedoras y empresarias de la Fundación Mujeres, comentó que la economía social no tenía que demostrar nada más, que ya lo había demostrado. Este discurso lo podemos extrapolar a la cultura, cuyo día a día se encarga de demostrar su poder económico-social, pero esto ya lo ha hecho, así que centrémonos en hacerla más fuerte.
- Unirnos, ser creativos, colaborar y pensar en las soluciones. El marketing cultural crea el término co-competencia (Competencia y cooperación), un término donde esta relación se establece desde el win-win.
La cultura nace de personas, por y para las personas.