Isabel Lorey argumenta que no se puede elegir ser precario, se trata de una condición estructural que define el trabajo contemporáneo. Esto nos lleva a que en el sector creativo cultural se trabaje por proyectos y manteniendo una relación contractual mercantil y no laboral.
¿Cuál es la situación del sector creativo cultural en este cambio de paradigma?
Consideramos clave las palabras Leadbeater y Oakley en 2009, hablamos de diez años después de que en Reino Unido se iniciaran el gran cambio político de la cultura como derecho a la cultura como recurso. En 2004 se inicia esta vertiente en España. “En esta nueva economía cultural se entra en el juego de que algunos prosperan mucho, pero la mayoría subsiste, sin llegar a ser empleadores, ni empleados tradicionales, limbo de incertidumbre en el que trabajan sus opciones, cuidan sus contactos, gestionan esta incertidumbre y nunca sabrán donde está su próximo proyecto o fuente de ingresos”
Frente a esta realidad surge Smart Ib: La primera cooperativa de Impulso Empresarial para tutorizar, formar y acompañar a los trabajadores del sector creativo cultural. Actualmente, Smart Ib somos una comunidad colaborativa con más de 3000 socios activos, pionera en la transformación de los ecosistemas de trabajo en el gremio de las artes, la creatividad y el entretenimiento. Somos parte de una red europea conectada con presencia en 9 paises con el propósito de liderar la transición hacia un ecosistema profesional creativo sostenible: Making Europe Work!.
En la crisis actual, Smart se pondrá más que nunca al lado de todos y cada uno de sus socios/as
Por esta razón, ahora se hace un llamamiento a las autoridades políticas pertinentes sobre la aplicación de medidas adicionales.
Hay que tener en cuenta a los socios/as trabajadores de las cooperativas de impulso empresarial reguladas en la Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas.
“conviene resaltar dentro de esta clase a las sociedades cooperativas que la ley denomina de impulso empresarial, cuya finalidad es la de canalizar las inquietudes emprendedoras de sus eventuales socios y socias en cualquiera de las formas previstas en el artículo 93, asumiendo, singularmente, el objetivo de contribuir desde el modelo cooperativo al afloramiento con carácter regular y colectivo de servicios que eventualmente se prestarían en el ámbito de la economía informal.”
¡Nadie debe quedarse atrás! Asegura nuestro Presidente del Gobierno Pedro Sánchez.
Aunque desde Smart estamos viviendo las anulaciones de actividades empresariales de nuestros socios/as y con poca viabilidad de que puedan optar a las ayudas previstas en el Real Decreto.
Estimadas autoridades políticas:
La crisis de Covid-19 tiene un fuerte impacto en eventos culturales, las artes escénicas, el entretenimiento, la educación y la formación. Actividades canceladas, suspendidas, contratos rotos sin demora posible en el corto plazo. Y eso es válido para muchos otros sectores.
Los diferentes gobiernos, como muchas entidades, han demostrado en los últimos años, su interés por las nuevas formas de actividad empresarial: actividades de cooperación, empresas compartidas como la nuestra. Por no mencionar el sector económico conocido como plataforma, aunque uno piense lo contrario.
Todas estas prácticas se basan en un delicado equilibrio entre la actividad económica, a menudo no estructurada, ni en el tiempo ni en la forma, lo fiscal y lo social, llevando a los límites los procedimientos de la regulación. Al final de la cadena, hay muchas personas que viven de los ingresos de estas actividades. Una vez más, nos encontramos que la transformación de la economía, la innovación se encuentra sin ser suficiente para proteger los modelos de los trabajos contemporáneos.
La crisis actual está alterando este equilibrio: en términos de acceso a los derechos de desempleo o mantenimiento de los derechos, en particular en el régimen específico para artistas y trabajadores del sector creativo cultural- sector completamente estancado, la supervivencia de los trabajadores se suspende por períodos de referencias cuya incertidumbre cae como cuchillas. Las “cantidades de trabajo” necesarias para abrir o mantener los derechos no se alcanzarán en los plazos, lo que llevará a las personas hacía un desastre en el ámbito laboral y social.
Además, las personas que se acogen al régimen de artista, por naturaleza intermitentes también se han visto afectados por esta pandemia. Actuaciones canceladas, contratos que no se llegarán a desarrollar, pérdida de liquidez porque las actividades se posponen, ¿Cómo poder encajar las medidas del gobierno con aquellos que ya no se suben al escenario?. Durante este tiempo seremos todos por algún tiempo intermitentes.
La cultura no está para entretener en estos días difíciles, la cultura forma al ser humano, nos hace sociedad, nos genera valor como comunidad y nos define, por ese motivo, debe ser protegida, cuidada en estos momentos de crisis, y recordar la solidaridad de este sector. Todos somos cultura.
Se deberían optar medidas para estas personas que se dedican al sector creativo cultural, personas que nos alegran con sus creaciones, nos distraen de los problemas, solidariamente comparten contenido, y optaron por gestionar su actividad desde el modelo Smart. Una empresa compartida, para trabajar desde lo colectivo, emprender o desarrollar su actividad junto con profesionales para poder crecer, transformando los ecosistemas de trabajo, eligiendo la economía social para poner el valor en las personas. ¿Qué son los proyectos sin personas?
No queremos discriminación positiva, desde Smart como modelo queremos que nuestros socios/as no se queden atrás, no se sientan desfavorecidos, y sobre todo que no se sientan solos en un modelo de emprendimiento colectivo. Queremos que sientan el apoyo que reciben cuando gestionamos, tutorizamos y les acompañamos en sus actividades empresariales.
Solicitamos soluciones para que estos socios/as que ven disminuidos sus ingresos, por las cancelaciones de las actividades que tenían previstas, actividades que no llegarán por la parlización de un país, que estas personas puedan tener acceso al desempleo, partida por la que cotizan, en las mismas condiciones que el resto de los trabajadores que se contemplan en el Real Decreto.
Medidas para que estos socios/as trabajadores puedan tener liquidez, en el caso de que las actividades se pospongan y puedan acogerse a las ayudas individuales.
En Smart, estos socios/as trabajadores son emprendedores que por diversidad de circunstancias se ven en la necesidad de autoemplearse, y por la carencia, desconocimiento o simplemente querer formar parte de la economía social, deciden hacerlo en una empresa compartida.
Smart no es una especie de «contratos a la carta», es un negocio disponible para todos los que quieren producir, emprender, con iniciativa, con paciencia, obstinadamente, como cualquier independiente o empresario . Simplemente lo hacen en un modelo innovador, único en Europa.
En las medidas que sin duda van a ser adoptadas por los gobiernos es probable que se olviden, en las normas y los procedimientos, estos miles de empresarios, en su mayoría en situación difícil. Debido a que, para ustedes, por desgracia, todavía son invisibles, pero son miles, en una sola empresa compartida, Smart.
Este tipo de empresa compartida requiere necesariamente un trabajo intensivo sin olvidar en ningún momento la solidaridad que tanto se demanda en estos días. Los socios/as de Smart independientemente de lo que aporten a la cooperativa cuentan con todos los servicios que se ofrecen, y siempre mirando desde su protección social como socio/a trabajador. Además, ellos reciben al mes siguiente trabajado su anticipo societario, porque garantizarle la tranquilidad de cobro a nosotros nos ayuda a que ellos puedan seguir creciendo.
Desde Smart contamos con un equipo de asesoras, gestionando, animando, motivando, ayudando y acompañando a todos los socios/as de Smart. Estas asesoras cuentan con el apoyo del equipo de contabilidad que no solo contabilizan facturas, les ayudan a entender la parte económica de las actividades de los socios/as, la gestión de cobros, los gastos de las actividades, y los impuestos. También tenemos el equipo de laboral, quienes controlan la parte de seguridad social, desempleo, asesoramiento. En esta cadena no podemos olvidar el gran trabajo del equipo de Prevención de Riesgos Laborales, estudiando cada actividad, las tareas que desempeñan, evaluando su puesto de trabajo, buscando la prevención y evitando los accidentes de trabajo. Finalmente, las asesoras no podrían hacer su trabajo sin nuestro departamento jurídico, que revisan cada contrato, buscan la letra pequeña y luchan para que el pez grande no se coma al pequeño, para proteger siempre a nuestros socios/as, garantizarles la protección que merecen. En definitiva, por mucho que nos animen a emprender, esto no es una tarea fácil, y desde Smart conseguimos que lo sea. Para mantener esta estructura se aporta el 7,5% de la base imponible de los ingresos de la actividad cooperativizada, el otro 92,5% es para pagar honorarios, seguros sociales, e IRPF. No dejemos atrás el IVA. Smart es una PYME que en el 2019 aportó más de 1.000.000 € al pago de impuestos, y ahora vemos como nuestros socios/as en esta situación se encuentran en desventajas.
Declarar una «empresa en crisis» y activar el «paro económico» es, obviamente, por lo tanto, no aptos para tener en cuenta las dificultades estructurales que nos esperan en las próximas semanas y meses, incluyendo estructuras tales como las actividades cooperativizadas.
Pero por encima de todo, las dificultades individuales que encuentren sus socios/as.
Todas las empresas, incluyendo las atípicas, así como sus socios/as deben tener acceso a en estos momentos sentirse protegidas y apoyadas por el estado, no por el hecho de buscar soluciones en momentos de cambio debemos ser ignoradas, no escuchadas y sentirnos en minoría, indefensos y sin respuesta para los que confiaron en nosotros para crear un modelo de negocio basado en las personas, compartiendo responsabilidades y creciendo juntos. Si las cooperativas de Impulso Empresarial son un desconocido para el estado, le invitamos a que conozcan nuestro día a día, pero que no nos dejen como socios/as trabajadores de entidades atípicas atrás.
Agradeciéndole la atención que amablemente ha concedido a los miles de personas que hacen más vivo cada día nuestro tejido económico, quedamos a su entera disposición.
Paremos esto juntos