
Anna Jousselin, Alejandra Lifante, Elena Prados y Blas Sánchez
Madrid
Somos Ácido Teatro, una compañía de teatro emergente con sede en Madrid.
Ácido Teatro surge a partir de la unión de cuatro jóvenes profesionales de las artes escénicas de diferente origen y experiencia: Anna Jousselin, Alejandra Lifante, Elena Prados y Blas Sánchez.
Juntos decidimos crear y desarrollar un primer espectáculo teatral para un público, principalmente, juvenil y adulto.
Estamos desarrollando nuestra primera creación no es nada anodino y marca firmemente a la vez el deseo de crear nuestras propias oportunidades laborales y, sobre todo, nuestra inclinación teatral.
El interés de este primer proyecto reside también en su forma, que permite (o, mejor dicho, demanda) un trabajo profundo y minucioso de la noción de grupo en todos sus sentidos: el grupo de actores, el grupo de personajes y el grupo tal cual, como término y concepto. Ese es el verdadero reto, tanto a nivel actoral como de dirección, pero nos parece el trampolín ideal para Ácido Teatro. De hecho, nos permitiría construir bases sólidas para seguir y así dar el impulso de creación a futuros proyectos.
Nuestro objetivo principal como compañía es la creación de nuevo público, a partir de las nuevas generaciones. Lo que más nos gusta es la posibilidad de difundir nuestro arte al público del mañana, de sensibilizar a los adolescentes a través del teatro y, más globalmente, de la cultura. En realidad, nuestro objetivo más profundo es ofrecerles las claves para entender, o al menos interesarse por el potencial del arte.
Nos habló de Smart la misma persona que hizo que nos encontráramos como grupo de trabajo por primera vez. Y esto fue una señal que nos impulsó a conocerles de primera mano. La elección fue tan sencilla como ir a hablar con ellas en persona y descubrir un equipo de excelente calidad humana y profesional.
Hablar del momento en el que nos unimos a Smart es hablar del momento en el que se creó Ácido Teatro, pues Smart nos ha ayudado a profesionalizarnos como grupo. Nos ha impulsado a definir nuestro propio discurso artístico y a buscar nuestro posicionamiento como compañía.
Gracias al asesoramiento que recibimos de Smart y de los múltiples talleres que organizan, estamos recibiendo un aprendizaje “express” en todo lo relacionado con el emprendimiento que, hasta este momento, nos era desconocido. Al mismo tiempo, nos permite focalizarnos en nuestra tarea artística, sintiéndonos seguras de tener a alguien que confía en nosotras y nos apoya para ocuparse de todo lo relacionado con la gestión laboral. Porque además con Smart sentimos que estamos luchando activamente por dignificar nuestra profesión y propiciar actividad bajo unos justos marcos legales.
Smart es la mejor compañera cuando tienes el claro objetivo de “hacer las cosas bien”.
¿Con qué perfil de socios/as nos gustaria relacionarnos?
Con todo aquel partícipe directo o interesado/a en incurrir en el ámbito de las artes escénicas, tanto a nivel técnico como artístico.
Por ejemplo: diseñadores/as de iluminación y espacio sonoro, actores y actrices, gestores/as culturales, escenógrafos/as, fotógrafos/as, realizadores/as audiovisuales, etc.
En este momento del proceso creativo, nos gustaría relacionarnos con algún/a gestor/a cultural que esté interesado/a en nuestro proyecto y en colaborar activamente con nosotras.
Estamos trabajando en una obra y será nuestro primer proyecto como compañía y miembros/as de Smart Ibérica.
Este primer proyecto son palabras, conflictos, interrogantes, desacuerdos, inquietudes, miedos, negaciones, faltas de consciencia, pulsiones, frenesí.
En este primer proyecto aludimos a un grito. El grito de jóvenes a quienes se les quita la inocencia, el grito de jóvenes proyectados contra el muro inquebrantable y despiadado de la realidad.
Queremos transmitir la oscuridad, estos pensamientos oscuros que llegan a manchar las páginas blancas de la ignorancia: el desasosiego de una juventud víctima de sus propios excesos que no tiene más remedio que crecer de una vez y plantearse las preguntas y decisiones que hubieran preferido no responder.
Aquí están, no hay vuelta atrás. De ahora en adelante, hay que elegir. Elegir entre asimilar la situación, asumirla y actuar en consecuencia o esconderse de ella y refugiarse en una inocencia pervertida. Elegir entre decir o callar, imponerse o acatar, individualidad o unidad, ceguera o encandilamiento, corazón o razón… Tantas opciones como preguntas que revelan las dinámicas ocultas de esta microsociedad naciente enfrentada de repente a la crueldad de la realidad, sin sus artificios y sus engaños, a la crueldad del hombre, en sus más puros y genuinos impulsos.
Explorando las profundidades de cada personaje, reconstituimos la complejidad del tema del individuo en el grupo en todos sus matices y nos convertimos en los testigos de un drama mucho más grande de lo que esperábamos.
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