Foto Fija es un estudio realizado por Pedagogías invisibles con el Apoyo de la Fundación Daniel y Nina Carasso.
Este informe os lo podéis descargar desde la página de Pedagogías invisibles, así que no vamos a escribir lo que ya está escrito.
Ahora, en estos tiempos de crisis nos planteamos ¿Cómo será el futuro? ¿Qué cambios se van a acontecer? ¿Cómo se reinventará la cultura? ¿Qué ayudas tendrá el sector para poder seguir vivo? ¿Dejarán las políticas a los 712.000 empleados de este sector atrás? Ya ha habido quejas, malestares, e incluso propuestas.
Desde Smart hemos vuelto a leer este informe porque consideramos la mediación cultural como un agente clave para esa educación cultural, reinventarse el sector y poder conseguir que el ciudadano se nutra de arte y cultura. Aunque este texto está muy enfocado a la educación/mediación en museos, creo que se puede extrapolar a todas las áreas, ya que va más allá de la educación o la creación, es instaurar un discurso de transformación social con el arte.
Cuando indagas en el texto te das cuenta de la complejidad de la materia, y la importancia de las palabras. Sin unas palabras comunes no hay forma de presionar a las políticas públicas y luego llegamos a la parte más tediosa laboral y fiscal, sin CNAE no hay IAE, sin IAE no hay CNAE. Sin un CNAE no puede haber un convenio colectivo, sin un IAE no puede haber medidas fiscales, ni encajar la actividad correctamente. Al final las diferentes terminologías determinan la fiscalidad y las condiciones de trabajo. Un entramado complejo en el que hay estudios, informaciones, y problemáticas puestas sobre la mesa, la pregunta es: ¿Nos gusta esta situación? ¿Queremos cambiarla?
En el informe se recomiendan encuentros donde poder reflexionar, debatir y consolidar todos los trabajos que hablan de este tema. Desde nuestro punto de vista es totalmente necesario, porque en un mundo donde el arte toma dimensiones en varios ejes es fundamental la mediación cultural, que no solo tenga una visión contemplativa sino implicada desde la ciudadanía. Este momento de crisis provocada por el COVID-19 debe hacernos reflexionar hacia qué cultura queremos, y cómo la queremos, qué podemos reinventar para llegar a los hogares, y sobretodo salir de esa precariedad que viene dispuesta por la falta de regulación frente a estos agentes, aunque hay que decir que no son los únicos. ¿Se puede trabajar como sector cultural unido en esta lucha de protegernos? No podemos olvidar la dependencia que en este sector tenemos unos de otros, con esto queremos decir:
Un mediador cultural necesita el artista que cree, la institución que ponga el espacio … Son roles con los que interactuamos a diario, e incluso encontramos que se saltan de un área a otra, como los performances en exposiciones. También es cierto que la falta de recursos nos lleva a la autogestión, creando sistemas más precarios, frenando la creatividad y dejando las producciones y la inversión en un segundo. Frenando un crecimiento de proyectos que consiguen la transformación social porque se miran desde una perspectiva puramente comercial. ¿Tiene que ser la cultura deficitaria? No tiene por qué, pero no se puede pensar una comunidad sin cultura, ni un estado sin políticas culturales, aunque nos encontremos en esa situación y la hayamos normalizado.
Nos ha encantado volver a profundizar en la mediación cultural, este estudio no solo nos ha mostrado el contexto, sino ayudado a entender más estos agentes y la importancia y su labor, así como la necesidad de poder extrapolar esta figura a todas las artes, y profesionalizar los proyectos con agentes que mejoren los mismos para crear un arte ciudadano, y sostenible. La figura del gestor cultural y el mediador en los últimos años se convierten en dos piezas del puzzle imprescindibles.
¿Qué es para ti la mediación cultural? ¿Fuera del sector se conoce esta figura?