Smart es un modelo de emprendimiento colectivo e innovación social que se sustenta bajo los principios de la Economía Social y Solidaria. Acompañar a los proyectos para buscar su sostenibilidad es el éxito de este modelo de gestión.
El 14 de mayo de 2013 nació Smart, llegar hasta allí fue todo un reto, un compromiso y un sacrificio, llantos y risas, obviamente ignorábamos en ese momento todo lo que estaba por venir, no éramos conscientes de lo que estábamos creando y ese día nos montamos en una montaña rusa, pero empecemos por el principio.
A través del Programa ESempleo, financiado con fondos europeos y gestionado por CEPES Andalucía, Smart Bélgica entra en contacto en 2011 con un grupo empresarial cooperativo de Andalucía que aglutina a las cooperativas sociales. El modelo Smart en Bélgica nos pareció una iniciativa muy interesante para implantar en España, sobre todo porque ofrecía un modelo de gestión que desde nuestra experiencia necesitaba el sector creativo-cultural y que Jaron Rowan deja en evidencia en su libro Emprendizajes en cultura. Tocaba empezar a ponerlo en marcha, y nos encontramos con la primera traba la Ley de Cooperativas Andaluzas. Era un problema bastante importante, pero se tenía claro que no encajábamos este nuevo proyecto en otra estructura jurídica, así que solo nos quedaba estudiar cómo lo hacían fuera de nuestras fronteras y ser unos activistas para movilizar la ley. Aquí empezó nuestra primera lección: Conocer cómo operan en Europa los emprendores, destacando y fijándonos en las Cooperativas de Actividad y Empleo francesas.
Finalmente se crean las cooperativas de Impulso Empresarial reguladas en la Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas en el número 93 de su cuerpo articulado, sin bien el grueso de su regulación se concentra entre los artículos 81 al 86, ambos inclusive, del Reglamento que desarrolla la citada norma (Decreto 123/2014, de 2 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley 14/2011, de 23 de diciembre, de Sociedades Cooperativas Andaluzas).
El principal motivo por el que elegimos ser cooperativa, a pesar de todo el trabajo que iba a implicar, es porque el modelo Smart se basa en las personas y los proyectos que estas desarrollan, estas son las que dan valor cualitativo y económico a la empresa así que ellas son las que deben tener el poder de decisión sobre lo que están generando. Smart es un sistema solidario donde gracias al trabajo y esfuerzo de todos podemos tener un sistema de financiación de adelantar los anticipos societarios de manera mensual, sin olvidar la importancia de la cooperación, entre otras muchas razones que dan valor la economía social a este modelo de gestión.
Ya se podía empezar, pero faltaban los socios/as, así que a través de colaboradores dimos charlas sobre Smart y llegaron los primeros interesados y valientes que nos dieron la oportunidad de acompañarlos en la aventura de empezar a desarrollar su proyecto. La experiencia fue tan gratificante para ellos que gracias al boca a boca la gente empezó a solicitarnos información y seis meses más tarde aterrizamos en Madrid con la ayuda de AGETEC (La Asociación de Gestores y Técnicos de Cultura de Madrid)
En un primer momento estaba destinado exclusivamente al sector creativo-cultural,(artistas, gestores culturales, escenógrafos, técnicos, fotógrafos) pero nuestros socios/as reclamaron otros sectores que habíamos dejado fuera, como el de las tecnologías y la comunicación, los distribuidores. Frente a esta situación celebramos una asamblea para decidir a qué sectores ampliábamos el objeto social, dando actualmente cobertura a artistas plásticos y visuales, fotógrafos, camarógrafos, diseñadores gráficos, textiles y web, ilustradores, artistas escénicos y circenses, actores, escenógrafos, músicos y compositores, escritores, guionistas, artesanos, gestores culturales, productores audiovisuales, comisarios y críticos de arte, representantes de artistas, técnicos de sonido e iluminación, informáticos, programadores, intérpretes del patrimonio, distribuidores de cine y teatro, traductores, formadores, comerciales y a todas aquellas profesiones que se desarrollan en el marco creativo.
También es en este momento de ampliación del objeto social cuando se amplía el consejo Rector invitando a los socios usuarios a formar parte de él, a través de una convocatoria pública, consiguiendo que 6 miembros del mismo sean socios usuarios para aportar una visión externa y mejorar constantemente los servicios ofrecidos a los socios/as para el acompañamiento.
En este tiempo, seguimos comprendiendo qué significa acompañar un proyecto, y no hablamos de cualquier proyecto, sino proyectos creativo-culturales, un sector con una idiosincrasia compleja, con discrepancias entre el mercado, por denominarlo de alguna manera, y la normativa. Acompañar y tutorizar la actividad de los socios/as es más que gestionarles un alta en seguridad social, una factura o unos gastos, implica conocer realmente lo que hace, ser su soporte para asesorarle laboralmente, encajar su actividad dentro de la fiscalidad adecuada, saber qué ayudas/subvenciones puede optar, darle soporte para que los contratos no sean abusivos, abrirle los ojos en cómo entender un presupuesto y hacerles conscientes de la importancia para la seguridad y la salud de las indicaciones que se dan en la evaluación de riesgos del puesto de trabajo. Acompañar un proyecto es formarles en la gestión empresarial de su actividad para que puedan vivir de lo que quieren y que a pesar de que es un sector en el que se trabaja por proyecto velemos juntos por la dignidad del trabajo. Entrar en Smart es incorporar a tu proyecto una estructura que puedes mantener gracias a los servicios mutualizados de este modelo de gestión, es no ir solo, y saber que las personas que te asesoran son parte de tu equipo. Una de las ventajas de formar parte de Smart es sentirte acompañado, y sobre todo no sentir en tu espalda una mochila llena de responsabilidad de cuestiones que desconoces.
En los seis años de vida que tiene Smart ha pasado por todo tipo de fases, como cualquier empresa, pero las malas las hemos superado porque igual que nosotras apoyamos a nuestras socias/os, ellos nos apoyan a nosotras, su confianza es nuestra energía para seguir a pesar de las adversidades, y cada socio/a que confía en nosotros es una satisfacción más para creer en este modelo y crear una economía alternativa, un ecosistema de innovación social donde todos ganamos. Aparentemente Smart puede parecer solo una herramienta laboral, pero detrás de esa capa superficial encontramos todo un proyecto transformador.
¿Te unes?