En el panorama actual se ha creado una nueva dinámica de trabajo por proyectos, actividades y emprendimiento
El pasado 10 de julio tuvimos el placer de presentar Smart en el programa de Lanzadera de Empleo del ayuntamiento de la Carolina. Conocimos muchos proyectos que se están fraguando en el tejido empresarial y que Smart puede ayudarles con el acompañamiento y la estructura en el inicio del mismo.
En este encuentro contamos cómo se inició Smart. Surgió tras una visita de sus socios fundadores promovida por CEPES Andalucía, gracias a la cual conocen el potencial de algunas iniciativas para la creación de empleo en el sector cooperativo de Bélgica, Italia y Francia. Entre ellas, el modelo Smart “Societé Mutuelle pour Artist” enfocada al ámbito artístico y creativo.
El contacto directo con los profesionales de ambos países y la visita a la realidad belga facilitó que se acordara poner en marcha una evaluación de la posibilidad del modelo Smart a la realidad española. Tras dicha evaluación, en abril de 2013, la constitución de la “primera cooperativa de impulso empresarial española”, Smart IB. De hecho, la creación de esta forma jurídica innovadora en el contexto español se inspiró en el modelo cooperativo francés (Cooperativas de Actividad y Empleo) para su desarrollo normativo.
Nuestra visión sobre las cooperativas de impulso empresarial, responden auna forma original de emprender en colectivo, aprender en comunidad y testar el proyecto a escala real.
En el actual panorama de empleo en España, este modelo presenta una alternativa a toda esa gente que tiene ideas, proyectos y valentía para ponerlos en marcha, pero que carece de carácter empresario o no sabe aún que lo tiene.
Este modelo de gestión lleva una implicación más fuerte en el acompañamiento del proyecto que cualquier otro modelo de emprendimiento tradicional. Es nuestro valor añadido: el acompañamiento y la capacitación a través de un itinerario integral. Además, ofrece al emprendedor una experiencia de trabajo en equipo que les permite centrarse en la ejecución del proyecto sin preocuparse de las restricciones contables, financieras, fiscales y sociales.
El hecho de que los socios de estructura también sean socios beneficiarios de la causa Smart, refleja la implicación de la comunidad Smart en el bien común: por un lado, en el crecimiento del ecosistema creativo; y por otro lado, el crecimiento, de nuestra organización democrática y solidaria. En definitiva, estamos en un círculo donde todos necesitan de todos al mismo nivel de importancia.
Nuestra filosofía está basada en el trabajo colaborativo: un modelo de gestión en el que todos comparten riesgos y beneficios; dinámico y flexible, profesionales participan en diferentes proyectos simultáneamente. Esta nueva visión del trabajo compartido conlleva sus pros y sus contras.
Por mencionar algunas de sus beneficios, el aprendizaje compartido configura una de las ventajas más atractivas; así como la capacidad de generar sinergias profesionales entre sus socios.
Haciendo referencia a nuestra metodología y proceso de trabajo. Normalmente, el socio/a inicia el itinerario con un proyecto humilde: una idea con potencial, pero carecen de capacitación o herramientas sobre cómo desarrollarla, comercializarla y aportarle visión de negocio y nichos de mercado a cubrir. El hecho de que las cargas administrativas, anteriormente mencionadas, sean tareas de la cooperativa significa un alivio para ellos y les permiten animarse a la aventura de emprender, palabra que suena bonita pero no es fácil.
Las cooperativas de impulso empresarial permiten dar al proyecto flexibilidad, dependiendo de sus características. Es una estructura que se adapta al proyecto, y le permite crecer de manera orgánica y fiable.
La asesora, es la acompañante del proyecto, quién le va a tutorizar, aportar visión y ayudar a consolidarlo. Las asesoras trabajan en equipo, compartiendo conocimiento y experiencias, con el propósito de poder ofrecer una visión amplia de lo que ocurre en cada proyecto y aprender haciendo. Además, el hecho de que haya muchos proyectos en la misma estructura hace que los errores se compartan y solo se cometan una vez, por lo que la probabilidad de fracaso se reduce.
Este conocimiento compartido expande la visión de cada proyecto: permite que cada proyecto cuente con una visión extensa sobre prácticas actuales y se nutra de otras realidades; así como la posibilidad de establecer sinergias donde no se había planteado.
A diferencia de otros modelos tradicionales, hay que subrayar que este tipo de tutorización nace desde la práctica, lo cual hace más interesante el proyecto: va avanzando y cambiando constantemente con un nivel bajo de riesgo. Paralelamente se desarrolla el plan estratégico del proyecto y se procede a su testeo. El nivel práctico y adaptado a la realidad hace que el acompañamiento signifique ir un paso más allá.
¿Tienes un proyecto? ¿Te acompañamos?